La Eucaristía

Hagan esto en memoria mía (Lc 22,19).

“Nuestro Salvador, en la última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura”. (CIC 1323).

El Señor Jesús nos amó tanto que deseó quedarse con nosotros en este sacramento de su amor que celebramos en cada misa. Allí nos espera para llenarnos de Su gracia, para ser nuestro auxilio y apoyo en las pruebas y para llevarnos con Él a la vida eterna.

Como católicos participamos plenamente en la celebración de la Eucaristía cuando recibimos la Sagrada Comunión. Se nos anima a recibir la Comunión devota y frecuentemente. Para estar debidamente dispuestos para recibir la Comunión, es necesario no estar conscientes de haber cometido un pecado grave y, por lo general, haber observado el ayuno de una hora. También puede recibir la Eucaristía en el hospital, en casa si se encuentra confinado a ella, o en alguna institución u hogar para personas mayores. En esos casos, llame a la oficina, 305-444-8363, para que un ministro extraordinario de la Comunión pueda llevársela.

Primera Comunión para los Niños

St. Hugh ofrece un programa de preparación de dos años de duración para los niños que recibirán la Primera Comunión. Este suele tener lugar en 1o y 2o grados. También se ofrece un programa de preparación para niños mayores de esa edad que aún no han recibido la Primera Comunión.