El sacristán prepara cuidadosamente los libros litúrgicos, las vestiduras y todo lo necesario para la celebración de la misa, y supervisa la preparación de las celebraciones litúrgicas bajo la dirección del párroco, asegurándose de tener disponible todo lo que sea necesario para el culto.
Su presencia es necesaria en todas las misas.
Se requiere VIRTUS y huellas digitales.