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Unción de los Enfermos

Si alguno entre ustedes está enfermo, llame a los presbíteros de la Iglesia para que recen por él y lo unjan con aceite invocando el nombre del Señor (Sant 5, 14).

La Unción de los enfermos “no es un sacramento solo para aquellos que están a punto de morir. Por eso, se considera tiempo oportuno para recibirlo cuando el fiel empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez” (CIC 1514).

Como solo el sacerdote puede administrar este sacramento, llame a la oficina, 305-444-8363, para que uno de nuestros sacerdotes visite al enfermo y lo unja. Si el enfermo así ungido se recupera de su enfermedad, el sacramento puede volver a administrarse en caso de otra enfermedad. También puede repetirse si su condición empeora.

También puede recibir la Unción antes de someterse a cirugía, o si es anciano y frágil.