Madre de Dios

Madre de Dios

QUE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA es Madre de Dios quiere decir que el niño concebido en su vientre por la fuerza del Espíritu Santo, al que llevó en su seno y a quien luego dio a luz, es Dios. Como tal, este título de María subraya la verdad fundamental de la fe de la Iglesia: que en Cristo, Dios ha aceptado una naturaleza humana, escogiendo nacer como hemos nacido todos y ha vivido una verdadera vida humana.

Al hacerlo, Dios ha aceptado todo lo que implica ser humano, incluyendo el sufrimiento y la muerte.

Cuando llamamos a la Santísima Virgen Madre de Dios, el énfasis no está puesto en ella más que en forma secundaria. Este título es primariamente sobre Cristo. Referirnos a María como Madre de Dios nos dice que Jesucristo es y siempre ha sido Dios. No se “volvió” Dios. No se trata de una manera de decir que Jesús de Nazaret es alguien importante. Es un hecho que Jesús es real y verdaderamente Dios. Dios acepta en Cristo asumir una naturaleza humana y vivir una vida verdaderamente humana. No es solo un cuento que contamos como símbolo, mito o leyenda. Todo es cierto, y verdaderamente ocurrió.

La encarnación de Dios en Cristo es la manera singular y privilegiada por la que Dios se revela a nosotros. En Cristo vemos con la mayor claridad posible, quién es Dios y cuál es su plan.

P. Steve Grunow, The Mystery of Mary, Mother of God
Original en inglés en Word on Fire Blog, wordonfire.org, January 1, 2018
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